Friday, June 05, 2009

Érase un columnista invitado

¡Mi primera idea publicada en un periódico como columnista invitado!!! del Mural (Grupo Reforma) del 24 de Mayo de 2009.


Borregos al poder
Opinión Invitada 24 May. 09

Esteban Romero

Varios de los partidos políticos están metidos en problemas. Cada uno tiene a su "fichita" por la cual sentirse avergonzados.

Allí está el PT, con Ricardo Monreal y sus 14 toneladas de mota (como nombre de conjunto musical grupero); o el PRI, con Miguel de la Madrid acusando a Carlos Salinas de ratero, y éste, acusando a aquél de Alzheimer. Y el PAN, en Colima, con la candidata a diputada local plurinominal a la que se acusa de robar cosméticos de una tienda.

¡Ah! Faltaba más, Roberto Madrazo (el campeón del maratón de Berlín), con su libro "El Despojo", en el que escupe basura a la mitad de los políticos vivos (y no tanto); y Carlos Ahumada, que en "Derecho de Réplica" se encarga de la mitad que deja Madrazo a salvo.

Ante este espectáculo de pastelazos, golpes bajos, guerra de gises, avioncitos volando y escritorios ardiendo en el salón de la clase política, llegan de ultratumba algunos seudoperiodistas, periodistas convertidos al mesianismo tropical, "líderes" de opinión y demás para echarle más leña al fuego.

Dichos grupos comienzan a esgrimir argumentos falaces que ofenden la inteligencia de los lectores, radioescuchas o teleadictos, argumentos como "¡uyyy, qué clase política tan terrible!, mejor castigarlos y no ir a votar", "voy a ir a votar y anular mi voto como protesta, no hay ni a quién irle", "estoy harto de los partidos, voy a anular mi voto", "no voten, no sirve para nada", etcétera.

Entiendo el desencanto de todos nosotros hacia todo lo que sepa, huela, se escuche, se vea o se sienta como política. Creemos que todos los partidos políticos son iguales y que nada va a cambiar. Y es cierto, hay muchas cosas que están mal en la clase política y que necesitan cambiar.

Pero anular el voto o no ir a votar, que para efectos legales vale para lo mismo -o sea para nada- es lo peor que podemos hacer, ya que de todos modos el 1 de septiembre los diputados van a ir a arranarse a sus curules de acuerdo a los porcentajes efectivos de voto.Llevando la lógica de los del "no voto" al extremo, supongamos que votan 10 millones de personas del Padrón Electoral de 77 y medio millones (el 12 por ciento del padrón).

Los representantes en el Congreso federal serán 500 diputados, de los cuales 200 se definirán con base al porcentaje de votación y 300 serán electos directamente en cada uno de los 300 Distritos de los que se compone el país. No por el hecho de que haya menos votos habrá menos diputados.

Y serán esos 10 millones de personas (en su mayoría acarreados, tiangueros, taxistas piratas, etcétera; el llamado "voto duro" de los partidos) quienes decidirán por los otros millones de personas que no voten.

Yo no quiero que sólo la gente que tiene su credencial del Peje, o su tarjeta de la tercera edad del DF, o que es miembro de un sindicato o que recibe apoyos del Gobierno decida por mí. Pero eso va a pasar si la campaña de "no voto" y "anular el voto" prende entre la ciudadanía.

Los promotores de esta campaña saben que el pastizal está seco, saben que la campaña del "no voto" puede prender. ¡Y por eso la promueven!

Como ciudadano de a pie opino: hay que ir a votar. Si no les convencen los candidatos de ningún partido grande, voten por el menos malo, o denle oportunidad a los jóvenes que están presentándose en otros. Pero voten.

No quiero que, al no votar o anular el voto, se fortalezca la partidocracia. Los borregos al poder.

opinion@mural.com Esteban Romero es un ciudadano común preocupado por la democracia y tiene Maestría en Administración por el Tec de Monterrey, Campus Guadalajara.