Friday, February 08, 2008

Elecciones en América

América es un continente que abarca, según mi maestra de geografía de cuarto de primaria, desde Alaska hasta la Patagonia, y se divide en América del Norte, América Central y América del Sur.

Pero cuando digo Elecciones en América estoy usando el anglicismo América, con el que los habitantes de Estados Unidos se refieren a su país. En esa misma lógica, el continente es Americas.

Se trata de elegir cada cuatro años al presidente de Estados Unidos, el cual, por ley (y gracias a Dios, en el caso de Bush Jr.), sólo puede buscar su reelección una sola vez. Así que la casa blanca se queda vacía esta vez y los estadounidenses tienen que elegir a un sucesor.

Los republicanos tenían como cinco probables candidatos, una carrera muy reñida al interior de su partido y mucha indefinición. Muchos creíamos que Rudolph Guliani sería el candidato, al haber sido alcalde y cuasi-rock-star de Nueva York. Pero no vivió las expectativas que tenían en él, y ahora se perfila casi seguro John McCain para candidato a presidente por el partido republicano, que, valga decir, es el partido del presidente Bush.

Los demócratas comenzaron su proceso de elección interna el tres de enero (mi cumpleaños, por cierto). Había cuatro candidatos fuertes. Hillary Clinton, Barack Obama, Bill Richardson y John Edwards. La mujer, el afroamericano, el latino y el blanco. Como anuncio de United Colors of Benetton. (Por cierto, Richardson, aunque por nombre no parezca, es latino, actual gobernador de Nuevo México, mamá mexicana, nació en Pasadena pero vivió en el DF de los cero a los catorce años de edad, no le pierdan la vista, puede ser vicepresidente).

Obama, siendo afroamericano, ganó Iowa el 3 de Enero, estado con 95% de población blanca. Hillary ganó New Hampshire (pero no con mucha diferencia). Richardson se retiró después de New Hampshire, luego ganó Obama en Carolina del Sur y se retiró John Edwards (oriundo de allí) y así se fueron acercando al súper martes, un mano-a-mano entre Obama y Clinton.

El súper martes, que acaba de pasar, Obama ganó 13 estados, Clinton solo 8. Pero lo importante no es ganar estados, sino delegados en los estados, los cuales son repartidos en porcentaje al número de electores. El número clave son 2,025 delegados. Hillary lleva 1,037 y Obama 933, según CNN. Faltan todavía elecciones primarias en muchos estados, y la convención demócrata es hasta Agosto.

Para neófitos. El súper martes no tiene nada que ver con el súper tazón, aunque ahora casualmente quedaron cerquita uno del otro por dos días. Y ambos tuvieron un nivel de audiencia excepcionalmente alto. Yo no vi el súper tazón pero sí estuve al pendiente del súper martes.

En Estados Unidos las campañas tienen que recabar fondos por ellas mismas. Sólo en enero, la campaña de Obama recaudó más de 30 millones de dólares y la de Hillary sólo trece. En lo que va de Febrero, Hillary lleva siete millones, que es lo que recaudó Obama… en 36 horas.

A Obama lo apoyan los Kennedy, Carolina (hija de JFK), Edward, y un hijo de Bobby. A Hillary la apoya toda la maquinaria del partido, su esposo

¿A quién le van? ¿Por qué?

Yo admiro a Barack Obama. Creo que es el mejor líder que ha surgido en una generación completa. Creo que el mundo “está justo de líderes” (á-la-Mecano) y Obama inspira, tiene ideas, piensa en términos de una sola nación, comparado con la estrategia divide-y-vencerás de Billary (despectivamente llamada así por sus detractores, al asumir que el boleto de su candidatura implica que Bill Clinton tendrá un tercer período de gobierno, prohibido por ley, en la Casa Blanca).

Wednesday, February 06, 2008

Cuando el Peje “brincó al tiburón”

¿Un pejelagarto brincando a un tiburón? Pareciera una frase sin sentido o tal vez un halago en forma de metáfora a algún político mexicano de estos tiempos.

De hecho no es ninguna de las dos cosas y me explico a continuación:
El peje sí es el apodo de un político mexicano que era un candidato a presidente y ahora es… bueno básicamente nada, ya que no ocupa cargo público alguno.

La frase “brincó al tiburón” es traducción de jump the shark, que es una frase coloquial americana. Dicha frase viene de una serie de televisión setentera, llamada happy days, la cual fue extremadamente exitosa en sus primeras cuatro temporadas, de principios a mediados de dicha década. La serie entró en declive gradual y los productores, ávidos de conservar audiencia, trataron de hacer algo creativo para resucitar el índice de televidentes. Entonces, el personaje principal en dicha serie, llamado Fonzy, fue llevado a una situación en la que se va a la playa. Para terminar de describir la escena, añadiré que Fonzy - el personaje - era un adolescente de los años cincuenta, con su chamarra de cuero y su peinado de copete.

Fonzy llega a la playa y decide esquiar en el agua. Está esquiando y hay un tiburón acechando, y él, sin inmutarse, sin mojarse la chamarra, sin despeinarse el copete, sólo brinca al tiburón y la escena de esquiar en el agua prosigue, chamarra y copete inmutables. Visto en retrospectiva los fanáticos de happy days usaron ese momento como referencia para marcar el declive de dicha serie.

La prensa comenzó a ampliar el uso de la frase “jump the shark”. Ahora define en general a los programas, a las personas y a los procesos extremadamente exitosos, define la acción específica que ellos han tomado a partir de la cual se puede ver a retrospectiva su declive.

Ahí es donde comienza mi historia del peje. Creo que el peje comenzó a decaer a partir de que no reconoció los resultados legítimos de las urnas en 2006. Pero creo que el peje “brincó al tiburón” la semana pasada, específicamente con la serie de comentarios que le hizo a Ruth Zavaleta, que es la presidenta de la Cámara de Diputados y militante del PRD. Se puede estar en contra o disentir de las posiciones de Ruth Zavaleta, pero independientemente de estar de acuerdo o no, creo que la señora merece respeto. El peje hizo un comentario misógino, diciendo que dejó que el Secretario de Gobernación le agarrara la pierna.

Éste comentario a mí se me hizo el momento definitivo de decadencia de dicho personaje. El momento en el que Ruth le dice que es “un buscapleitos de taberna” y el peje sólo responde con balbuceos. Un comentario desafortunado del peje, sin duda alguna, pero que muestra su lado intolerante, su lado más ultra-conservador en el que piensa que la mujer tiene que estar planchando y lavando en su casa.

Llámenlo como quieran, pero yo creo que el peje brincó al tiburón con la frase de la pierna.