Monday, September 29, 2008

Érase una crisis

29 de Septiembre de 2008. Lunes negro - reloaded

La crisis que aqueja a los mercados es una crisis de crédito.

Crédito, del latín creditum. Creer en algo o en alguien.

Hoy los miembros del congreso de Estados Unidos, los cuales realmente representan a sus electores, rechazaron la propuesta de George W. Bush (W. para los cuates, que no le quedan muchos, por cierto), para hacer un paquete de salvamento por 700 mil millones de dólares (algo así como el 5% del Producto Interno Bruto de Estados Unidos).

Este paquete de salvamento iría a absorber deudas incobrables de los bancos americanos. No se aprobó por falta de crédito. No porque los 700 mil millones no tengan respaldo, sino porque los electores ya no le creen:

Ni a las instituciones financieras, esas que con el poder de tu firma te dieron crédito para comprar casa (o endeudarte con tu tarjeta de ídem), ni al gobierno de Estados Unidos. El mismo que dijo que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva, ese que dijo que los mercados (que sucumben a la avaricia) deberían dejar de regularse. Ese mismo gobierno de W. que dijo que no pasaba nada hace un año, cuando había señales de que había un problema.

La mitad de los norteamericanos tiene su dinero invertido en acciones. Acciones de compañías que ahora ya no existen... Merryl Lynch, Washington Mutual, Lehman Brothers, Wachovia. Compañías financieras que invirtieron sus pasivos en activos súper riesgosos, derivativos de deuda dependientes de deuda pagadera de hipotécas imposibles de pagar.

El mundo la tiene súper difícil. Resulta que Estados Unidos tiene gastos de al menos un trillón de dólares en dos guerras no-ganables (Irak y Afghanistán). Tendrá gastos de otro trillón de dólares en el rescate de estos bancos. Y otro trilloncito que ha transferido a naciones belicosas, como Rusia y Venezuela, en costos súper altos de petróleo. Compra petróleo y transfiere el dinero de los americanos a naciones que odian a los americanos y al mejor sistema creado por el hombre: el capitalismo. Tres trillones

Tres tristres trillones tragaban trigo en un trigal. Tres trillones es el 20% del producto interno bruto de Estados Unidos. No hay manera de recuperar ese dinero y recuperarse de la crisis si no es amarrándose el cinturón.

Y si Estados Unidos se amarra el cinturón, que lo hará, algunos nos vamos a poner morados.

Lo que nuestros abuelos nos contaban acerca de la depresión de 1929 lo viviremos en la depresión de 2009.

Hasta que volvamos a creer. Hasta que vuelva a haber crédito. Hasta que creamos otra vez en las instituciones y los bancos vuelvan a soltar dinero con crédito. Esperemos que prudentemente.

El mundo necesita crédito. Para desarrollar nuevas fuentes de energía y no depender de los belicosos para llenar el tanque del coche. Para desarrollar las tecnologías que lograrán crear más comida con menos recursos. Para que la innovación encuentre un camino para expresarse y ser la más poderosa arma de desarrollo del hombre.

La década de 2008 a 2018 será la década perdida. O será la década en la que los hombres volvimos a reconstruir el crédito para volver a creer en el poder del capitalismo y del desarrollo de la capacidad individual para hacer cosas maravillosas.

Estos 10 años (tal vez poquito menos) serán una época de grandes retos y de grandes oportunidades. Al final espero que el mundo no caiga en otra Edad Media. Depende del poder del mercado y del poder de las personas para volver a creer y para lograr que vuelvan a tener crédito. Unas en las otras.

Abróchense sus cinturones, se esperan turbulencias.



1 comment:

Anonymous said...

No soy máster en economía ni nada que se le parezca pero me pregunto y me contesto: ¿Cuál quiebra de las hipotecarias si las propiedades están ahí?. Lo que pasa es que los acreditantes inflaron los precios de las casas para ganar más por la tramitología e intereses que a su vez iban a salir de la bolsa de los acreditados. Entonces lo único que está pasando es que las cosas se están desinflando, tomando su justo valor. También aprovecho para darle 3 consejos a W (como tú le dices), aunque tengo la ligera sospecha que no me va a hacer caso: 1º: Renegociar cada quien su hipoteca a precio real. 2º Quien no pueda renegociar ahora que viva en su casa pagando una renta mínima por un tiempo determinado y renegociar después, de por sí dondequiera que viva va a costarle. 3º A quienes tienen su lana invertida en las hipotecarias y éstas no tienen para devolvérsela, que les den acciones que algún día van a volver a dar utilidades, pocas al principio y más cuando se aplique extensamente mi planesazo. Detallando la renegociación a precio real incluye: mínimos pagos por apertura de crédito, comisiones de los agentes, notario y demás papeleos y no pagar impuestos sobre intereses y todos los trámites. Claro que las hipotecarias van a dejar de ganar (que no es lo mismo que perder) las trillonadas pero más valen pocos dólares en mano que millones volando, bueno, a no ser que W les dé su trilloncito; de paso me apunto para pedirle que se acuerde de mí aunque sea con 10 melones y si no me los manda pues que sean gratis los consejos. ¿Y cuál quiebra de los bancos si sus terrenos y edificios y equipos y organización están ahí?. A repartir acciones m'ijos y asunto arreglado. Por cierto debí darle estos consejos a Zedillo cuando el ROBAPROA pero como todavía no se usaban los blogs, me dio flojera enviárselos por el correo normal, pero, en fin, ése es otro asunto. En resumen y para no aburrirlos, lo único que está claro es que se acabaron los tiempos del mucho dinero rápido y fácil; ahora a trabajar duro y por mala paga de la cual todavía nos descontarán, para seguir manteniendo al gobierno y parásitos que lo infestan, el ISR, el IVA, el IETU, el IESP y el 2% sobre nómina; las cuotas al IMSS, ISSSTE, INFONAVIT, AFORES y sindicatos; subsidios a la CFE, LFC, SEPOMEX y otra bola de ratentes (fusión de rateros e ineficientes); mordidas y cualquier otro gasto que se me haya pasado.