Tuesday, December 22, 2009

Los derechos. Tan necesarios en una sociedad que venía de décadas sin tenerlos. Derechos universales tan básicos como la libertad de expresión o la libertad de asociación. Cuando comenzó la década que está por terminar, los derechos eran algo inimaginable. Al querer ejercer algún derecho, antes de 1999, podías ir a la cárcel, o al cementerio.

¿Tenemos más derechos que hace 10 años? Tenemos los mismos derechos que hace 10 años, pero más libertad para ejercerlos. Así, ahora también hay derechos de las minorías y de los grupos vulnerables. El último ejemplo del derecho de todo mundo para exigir derechos se dio ayer, a 10 días de terminar ésta década, con la aprobación del derecho de la gente del mismo sexo a casarse. Se puede estar a favor o en contra, pero al final dependerá de cada persona ejercer o no su derecho.

Si lo vemos en el panorama mundial, también esta década terminó con la elección del primer presidente afroamericano en los Estados Unidos. El punto culminante en la lucha por la igualdad de derechos en aquél país, en el que hace apenas 45 años las personas con su color de piel no podían siquiera votar, mucho menos ser votados.

Volviendo a darle zoom a nuestra realidad mexicana región cuatro, se ha avanzado respecto a derechos, en los últimos diez años, lo que no se había avanzado en los últimos 45, mientras el resto de los países avanzaban. Inclusive podría decirse, estemos o no de acuerdo, que estamos “a la vanguardia” en derechos humanos, al pasar ayer la iniciativa en el DF que mencioné anteriormente.

Para que haya equilibrio en un país, y para que este pueda avanzar, sin embargo, creo que hace falta que nos comencemos a hacer un planteamiento para la siguiente década: ¿Y dónde están las obligacioness? ¿Dónde está la responsabilidad? ¿Dónde termina mi derecho y empieza el tuyo?

Obligaciones. Una palabra inexistente en la psique colectiva mexicana. Un país construido a base de dádivas, a base de que el gobierno le dé a la gente, acostumbrada ésta a recibir sin hacer el mayor esfuerzo. Y ahora un poquito peor, porque además ya hay muchos derechos, comisiones de derechos y vigilantes internacionales de derechos que se aseguran que la sociedad reciba.

Obligaciones tan sencillas como ir a votar. Como pagar el IVA en absolutamente todo lo que consumimos. Como la obligación de pagar impuestos. Todos. No solo una minoría que es la que mantiene al resto del país que no paga. La obligación de respetar la ley. De pagar el mantenimiento en nuestro coto. La obligación de no dar mordidas y la obligación de los funcionarios públicos de hacer lo que les toca. La obligación de los estudiantes universitarios de estudiar (no de hacer grilla) y de los maestros de enseñar (no de hacer grilla). De los investigadores de investigar (no de producir papeles inservibles).

La obligación de las universidades y de los políticos a rendir cuentas del destino de nuestros impuestos. La responsabilidad de administrarlos de la mejor manera y de ser lo más eficiente que puedan ser en el uso de mi dinero y del dinero de cada contribuyente. La responsabilidad de cada alcalde de administrar el dinero para que rinda mejor. La responsabilidad de tomar decisiones difíciles aunque temporalmente impopulares.

Espero que la siguiente década sea una en la que la responsabilidad y las obligaciones sean el tema por el cual el candidato a presidente para el 2012 se distinga. Una década en la que las obligaciones le hagan contrapeso a todos los recién ejercidos derechos. Porque un país con derechos y sin obligaciones no puede más que decaer.

8 comments:

Anonymous said...

Sin duda temas con montón de puntos de vista irreconciliables entre sí. Unas jaladas más entre las muchas ya expresadas en diferentes medios: la adopción es contra la Naturaleza y por eso no es candidata a la legalización; aparte no creo que alguien, en una situación que no buscó ni para la que le pidieron su consentimiento, se sienta muy feliz cuando alguno que lo quiera joder se refiera a él como "el hijo de los putos". Y más todavía: ¿a qué clase de orientación sexual tienen derecho esos chiquillos y chiquillas y de qué clase se piensa proporcionárselas?

AlexB said...

Tengo tres comentarios:

A) En efecto, a lo largo del régimen priísta, hay muchas manchas de sangre de personas y organizaciones que fueron reprimidas violentamente mientras ejercían sus derechos. La mayoría de estas manifestaciones que puedo listar en mi memoria, estaban ligadas a reclamos que desafortunadamente hoy siguen vigentes. Estos grupos que fueron amenazados en el pasado, hoy siguen existiendo, y creo que lo importante no es destacar que ahora puedan expresarse libremente, sino que hoy siguen existiendo las mismas razones para seguir haciéndolo: En estos últimos diez años en México, no es suficiente celebrar libertades cuando no se pueden ver reflejadas en las condiciones sociales y económicas de la gente.

Por otro lado, me parece casi de risa la exageración con la que haces tu apunte: no te puedo imaginar a tí, o a cualquiera de tu ascendencia con algún temor de ejercer alguno de sus derechos -incluso antes del 2000-, me encantaría que nos compartieras algun ejemplo de cómo tu forma de pensar fue reprimida, o de cómo tuviste que callar ante la amenaza de ir a la cárcel o al cementerio... Si este post viniera de un luchador social, con fuertes lazos con algún partido socialista, o algún movimiento revolucionario lo entendería, pero viniendo de un "chavito-bien", panista, católico, institucional y de derecha, me resisto a creer que hoy sientas más libertad que antes.

B) Celebro que compartamos la idea de que ya era hora de que los derechos de la gente puedan estar reflejados en la ley. Concretamente en el tema del matriminio y adopción por parte de homosexuales, igualando las condiciones de los heterosexuales es un gran avance. Aún en contra de las opiniones de los "chavitos-bien", panistas, católicos, institucionales y de derecha, que se insisten en reprimir libertades de quienes no son "normales".

Y aunque vale la pena sí celebrar esta conquista de derechos, no debemos dejar de apuntar que esto sólo sucede en una sola ciudad del país. Un bastión de izquierda. Y que en muchas de las ciudades más grandes e importantes de este mismo país esa posibilidad de documentar esas y muchas otras libertades es un asunto que todavía no se puede siquiera soñar... como si, parafraseándote, siguieramos atrapados en regímenes priístas. (Prianistas, le dicen algunos).

C) La primera década del nuevo siglo aún no termina. Podremos celebrarlo cuando termine este año... Justo acabo de escribir algo al respecto: http://blogdealexb.blogspot.com/2010/01/una-decada-es-el-conjunto-de-10-anos.html

AlexB said...

Como epílogo:

"La pobreza convierte a cualquier hombre libre en esclavo."

Proverbio togoles.

Esteban Romero said...

Alex:¿Y las obligaciones?
Respecto al punto A. Antes de ser PRDista, si mal no se te recuerda, eras PRIista. Con razón dices que antes también había derechos. Ja. Y sí, mi familia fue víctima de una persecusión política. Mi bisabuelo y 4 tíos fueron asesinados por tropas leales a Calles. Mi bisabuelo era presidente municipal. Uno de mis tíos, senador de la república. Así que si alguien tiene derecho a hablar de derechos soy yo. Y también de que ya estuvo bueno, y pensar que hay que hablar de obligaciones.

Anonymous said...

De acuerdo con el proverbio "La pobreza convierte a cualquier hombre libre en esclavo" y muy bonito expresar nuestros sesudos puntos de vista sobre la libertad aunque dudo que eso nos resuelva algún problema; desgraciadamente en la vida real existe relación directa entre la libertad y el nivel de las condiciones socioeconómicas. Ejemplifico, sin intención de herir susceptibilidades: en Cuba Castro no permite la libertad y la mayoría vive en la pobreza; en México los políticos nos conceden mediana libertad y la mitad de la población es pobre; en EU el sistema proporciona más libertad y mucha gente tiene ingresos suficientes; en Venezuela Chávez está acabando con la libertad y esto está afectando el nivel de vida de bastantes de sus habitantes... Y así podríamos reconfirmar esa relación si seguimos comentando sobre los demás países. Concluyo con una pequeña recomendación (léase orden para nuestros festejadores independentistas y revolucionarios detentadores del poder político): hablar menos de y trabajar más por la multimencionada libertad.

AlexB said...

Esteban: Aunque no especificas cuáles eran las razones por las que tu familia sufrió persecución política, por el periodo, supongo que fueron víctimas de una guerra en la que las "fuerzas leales a Calles", y las "fuerzas leales a CristoRey" se disputaban el control político y económico de un país post-revolucionario. (En los años 20's del siglo pasado, hace casi 90 años)... si crees que eso te da el derecho de hablar de la mejora de libertades, podrías cambiar tu frase a "...del régimen Callista a nuestros días..."

Nadie puede negar, insisto, la brutalidad con la que se silenció a mucha gente en la segunda mitad del siglo pasado. Casi todos ellos, ligados más bien a corrientes de izquierda. Privilegiando siempre a los oficialistas, incluídos los panistas. Por eso mi extrañeza de tu reclamo.

Lo curioso, es que en un país con tantas conquistas de libertades, donde se supone que está garantizada la libertad de expresión, por ejemplo, se tenga que lamentar la muerte de tantos periodistas, siendo éste, uno de los países más inseguros para quienes ejercen el periodismo, ¡en el mundo!

Es irónico que en un país que aparentemente hay más libertades, se contraste con un creciente índice de pobreza, de violencia, de falta de oportunidades, de falta de crecimiento...

Y tampoco creo que sea un asunto de preferncias políticas. Como en el caso del calendario, no hay que basarnos en lo que nos gustaría ver, sino en lo que se ve.

Salud!

AlexB said...

Anónimo: no hay que darle la vuelta al mundo... nuestro país tiene por sí solo múltiples casos de la fantástica relación "libertad-pobreza". Y por los muchísimos antecedentes y ejemplos que me vienen a la mente, me atrevo a afirmar que la libertad es directamente proporcional al dinero que tienes en tu cuenta bancaria: Piensa en las libertades de un norteamericano pobre, y piensa en las de un cubano rico.

Ahora te imaginas el sentido que tiene para mí tu cursi recomendación? "Trabajar más para la libertad"?

Anonymous said...

Entonces se puede deducir que hay dos clases de libertad: la virtual = ausencia de esclavitud (que por cierto es la que nos obsequió Hidalgo) y la real dividida en relativa y absoluta: en ambas puedo hacer lo que me dé la gana si tengo el suficiente dinero para ello, pero en la relativa mi libertad termina cuando el ejercerla causa daño a un tercero y en la segunda me vale perjudicar a quién sea. Ejemplos: puedo inscribirme en la universidad más prestigiosa, atenderme en el hospital más famoso, conocer el mundo, etc. etc., o, como los políticos, dedicados a fregar al pueblo principalmente al hacer, aprobar y aplicar leyes que que roban y perjudican a más no poder a los ciudadanos.